Manga Winged

El Principio del Fin - Capitulo 22

martes, 15 de enero de 2013 , 1 Comentarios

Este capitulo lo subí hace ya bastante tiempo a mi blog de historias, en aquel momento no pude subirlo aquí y al final se me olvido así que ahora os lo dejo y pronto subiré el siguiente ^^

Capitulo 22: Vecinos que gritan a las tres de la madrugada.

Sin saber muy bien como Naomi estaba sentada alrededor de una mesa, en una discoteca con Kid y tres amigos suyos. Ella era la única chica y seguro la más joven, o por lo menos la única menor de edad.

Kid se sentía generoso, muy raro en él, e invito a todos a una ronda. Una vez les trajeron las bebidas a todos comenzaron las presentaciones.

-Bueno Kid, ¿no nos vas a presentar a la chiquilla? – pregunto uno de los chicos que vestía una ropa muy extraña.

-Sí, sí. Naomi, estos son los idiotas de mis amigos: Wire, Heat y Killer – los presento el pelirrojo señalando primero al de la ropa extraña, después a un hombre bastante grande con tatuajes de espinas que recorrían sus brazos, hombro y cuello, aparte de otros simulando una sonrisa de Glasgow y por último a un chico rubio al cual el flequillo le tapaba la cara hasta la nariz, parecía el más normal.

-Encantados – dijeron los tres a la vez con una dulce sonrisa que hizo que a Naomi se le pusiesen los pelos de punta.

-Oye Kid, ¿por qué no invitaste a Law? – le pregunto Naomi en bajo.

-¿Qué por qué no lo invite? Porque es un aburrido y además me cae mal – dio hinchándose de mofletes como si fuese un niño con una pataleta. El alcohol ya le empezaba a afectar, por lo visto.

Después de media hora Killer seguía con su primera copa tomándola tranquilamente mientras conversaba con Naomi que se tomaba un Nestea, Wire ya estaba con la cabeza sobre la mesa a su tercera copa, mientras Kid ya iba por su cuarta copa y Heat por su tercera. Poco les quedaba para terminar tirados por el suelo. Heat ya casi ni se tenía en pie.

-Naomi – la llamo Killer - ¿Quieres bailar un rato? – le propuso.

-C-claro, pero yo no sé bailar muy bien…- dijo Naomi. Aquella petición la había pillado desprevenida.

-¿Se puede saber que haces, Killer? No puedes bailar con Nao porque ella va a bailar conmigo – dijo Kid estirando el brazo para coger a Naomi de la mano, pero perdió el equilibrio y termino tirado sobre la mesa.

-¿Vamos a bailar? – le repitió Killer.

-Va a ser mejor…- dijo Naomi contemplando al pelirrojo tirado sobre la mesa.

Naomi y Killer bailaron mientras los otros bebían y dormían sobre la mesa.

-Oye, Kid – lo llamo Naomi zarandeándolo para despertarlo.- Ya es tarde, vámonos.

Naomi continúo zarandeando a Kid hasta que Killer y los demás la ayudaron a despertarlo. Entre los cuatro lo despertaron, y salieron del local. En la puerta se despidieron de Killer que ayudaba a Heat y Wire a mantener el equilibrio.

-¡Que buena noche! – Exclamo Kid mirando la luna.- Es una pena que no te hayas tomado una copa con nosotros – dijo riendo.

-Sabes de sobra que soy menor, no puedo beber – dijo Naomi haciendo énfasis en las palabras menor y beber.

El resto del camino fue en silencio, disfrutando de la agradable noche de otoño. Debido a la borrachera, Kid no notaba el frío, pero Naomi que no había probado ni gota de alcohol de frotaba las manos que tenía algo entumecidas.

Cuando ya estaban llegando al edificio Kid comenzó a tambalearse.

-Kid, ¿estás bien? – le pregunto Naomi.

-Sí, sí, estoy bien – contesto el pelirrojo pasándose una mano por la cara para despejarse.

Caminando casi a la par entraron en el edificio, el portero ya no estaba. Kid seguía tambaleándose un poco, lo que preocupaba a Naomi, más que nada porque si perdía el equilibrio o se quedaba dormido ella no sería capaz de levantarlo.

-Kid – llamo Naomi al pelirrojo tras un corto suspiro.- Agárrate a mí.

-¡¿Qué?! – exclamo Kid muy confuso frotándose la sien.

-Tú solo agárrate a mí, cinco copas nunca pueden ser buenas…- dijo Naomi pasándole un brazo por debajo del hombro. Así cogieron el ascensor y subieron hasta la sexta planta con un silencio incómodo. Al poco rato el ascensor emitió un pitido indicando que ya habían llegado. Naomi dio el primer paso para salir del ascensor y Kid se tambaleo un poco casi tirándola, se volvió a enderezar y salió del ascensor a la par de ella.

Cada paso que daban parecía que Kid se clavaba más en Naomi.

-¿Sabes qué? – dijo el pelirrojo con un tono de voz bastante extraño.- Si tuvieses los pechos un poco más grandes podrías ser de mi tipo.

A Naomi esbozo una sonrisa siniestra mientras se repetía mentalmente "esta borracho, déjalo, no sabe lo que dice…"

-Te daría una buena paliza por ese comentario… - dijo en tono siniestro.- Pero si te suelto nos caeremos los dos y no tengo muchas ganas de morir aplastada. Yo que tu pensaría las cosas dos veces antes de hablar ya que se me están pasando por la cabeza varias formas de tortura.

El camino del ascensor al piso se le estaba haciendo terrible a Naomi con Kid cargado sobre el hombro, pero ya solo faltaban un par de metros para llegar.

Con el pensamiento de que solo un par de metros más y ya podría dejar caer al suelo a Kid Naomi dio un paso hacia la puerta, pero piso mal y cayó al suelo…

-Ay, ay, ay…- se quejaba frotándose la cabeza. Lentamente fue abriendo los ojos. Sin saber muy bien como estaba tirada en el suelo boca arriba y con Kid justo encima de ella a pocos centímetros de su cara, una de las manos de Kid estaba sobre la muñeca de Naomi, lo que no le permitía moverla, mientras la otra mano descansaba apoyada en el suelo al lado de la cara de Naomi. Gracias a que tenia aquella mano apoyada en el suelo podía correr el aire entre la cara de Kid y Naomi.

Fue cuestión de segundos. Los dos tenían los ojos muy abiertos por la sorpresa. Por primera vez desde que lo conoció Naomi se fijo en sus facciones afiladas que le hacían una cara terrorífica, aunque a ella nunca le había dado miedo. También se fijo en su pelo rojo como el fuego que ahora, ya de madrugada, había perdido toda la gomina que lo mantenía tieso haciéndolo caer por su cara y haciéndolo parecer más joven y apuesto. Kid tenía la cara roja, todo lo contrario que Naomi, aunque era difícil adivinar si era por el alcohol o por el momento embarazoso que estaban pasando.

Kid se iba a levantar para pedirle disculpas a Naomi cuando la puerta del piso se abrió sorprendiéndolos. Del piso salió Trafalgar con el semblante muy serio, a la vez que estupefacto. Naomi quería apartarse de encima a Kid para decirle que aquello era un malentendido, pero… ¿un mal entendido de que? Si ella y Trafalgar no estaban saliendo ni nada parecido, él no era más que su profesor.

Entonces para sorpresa de todos Trafalgar cogió a Kid por la chaqueta y se lo quito de encima a Naomi estampando al pelirrojo contra la pared.

-¡¿Qué estabas haciendo Eustass?!- pregunto Trafalgar cabreado, o eso aparentaba.

-¡¿Cómo que qué estaba haciendo?! – Kid le separo la mano de la chaqueta de un golpe.

-¿A dónde has ido con Naomi hasta estas horas? – Trafalgar miro a Kid sin mostrar emoción alguna. El cabreo que tenía al principio ya había pasado un poco, pero todavía era notable en el ambiente.-Además estas borracho.

-¡¿Y que si estoy borracho?!- exclamo Kid.- Te crees que eres mi madre, te crees que Naomi te pertenece, ella puede hacer lo que quiera, ¡no eres su niñera Trafalgar!

Naomi contemplaba la situación en silencio, todavía sentada en el suelo con una sensación de impotencia, sabía que debía hacer algo para pararlos, pero ¿el qué?

Mientras los dos chicos discutían Bonney, la chica de pelo rosa, salió del piso. Tranquilamente fue caminando hacia los dos chicos con cara de mala leche y le pego un capón a cada uno.

-¡¿Se puede saber por qué gritáis tanto par de mandriles?! – exclamo Bonney - ¡Si ya son más de las tres!

-Jewelry… tu estas gritando más que nosotros ahora mismo – le reprocho Kid. Bonney arqueo las cejas y le pego otra vez.

- ¡Cállate! ¿Es que no veis que Naomi todavía está en el suelo? –dijo Bonney señalándola.

Naomi, sorprendida, salió del trance en el que estaba y trato de levantarse, pero Trafalgar le tendió una mano para ayudarla.

Sin hacer más ruido del que ya habían hecho entraron en el piso uno detrás de otro. Una vez todos entraron Trafalgar cerró la puerta.

Bonney les hizo una señal a los dos chicos para que se sentasen en el sofá. La pelirrosa les echo una bronca a ambos mientras ellos decían:

-Sí, entendemos, lo sentimos Bonney – Repetían una y otra vez los dos a la vez.

Después de un rato de bronca decidió que ya era suficiente.

-Uff…- suspiro – Mira que son pesados estos dos – dijo con un trozo de pizza a medio comer en la mano. – Y bueno Naomi, ¿Qué tal viviendo con estos dos bestias? ¿Se han aprovechado de ti?

-¿Q-qué? Por supuesto que no ha pasado nada… - Dirigió la vista al suelo. –Ellos… Ellos solo me ayudaron.

Bonney se quedo unos segundos mirando a Naomi como si esperase a que dijera algo más.

-Entiendo - dijo con firmeza a la vez que se levantaba del sofá.- ¡Trafalgar, Eustass, hoy dormiréis juntos en la habitación del bestia roja! – exclamo señalándolos.

-¡¿A quién llamas bestia roja?! – exclamo Kid mosqueado.

- Preferiría dormir en el salón… tengo miedo de que al pelirrojo se le despierten sus instintos homosexuales – dijo Trafalgar con una sonrisa pícara.

Así pues Trafalgar y Kid durmieron en la habitación del pelirrojo, echaron a suertes a quien le tocaba la cama y Kid perdió, Bonney y Naomi pasaron la noche en la habitación de Trafalgar.

Al día siguiente, muy temprano antes de que se despertasen los demás, Naomi se fue a su casa. Sabia de sobra que no la dejarían marchar, pero ella tenía que llegar pronto a casa para recibir a sus padres, ya que ellos pensaban que había estado sola en casa todo ese tiempo a pesar de que no había pasado por casa desde el jueves.

Que disfrutéis de esta tarde de martes y hasta la próxima ~

Etiquetas: El Principio del Fin, Historias